La
historia moderna del graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva
York, influido por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se
dedicaban a firmar, vivían y pintaban en Nueva York. Uno de los primeras
artistas de graffiti firmaba TAKI 183 y fue entrevistado por el New York Times
en 1971. Su nombre verdadero era Demetrius y era un joven griego que trabajaba
como mensajero en Nueva York. Pintaba su firma en todos los sitios donde
entregaba documentos y paquetes. Se hizo famoso y muchos jóvenes empezaron a
imitarle y a buscar sitios cada vez más difíciles y llamativos donde dejar su
firma. Así, cientos de jóvenes en Nueva
York, especialmente aquellos atraídos por la música rap y hip hop, empezaron a
firmar por toda la ciudad, tanto que las autoridades tuvieron que gastar más de
$300.000 (es decir 80.000 horas laborables) en la limpieza del metro. El
objetivo de estos primeros graffiteros era dejar su firma en el máximo número
de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de graffiteros, según
el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más
peligroso, más estatus. Paralelamente, Keith Haring un artista, empezó a pintar
sus dibujos en sitios públicos, primero pegando posters y luego pintando
directamente sobre muros y los paredes de los metros de Nueva York. Poco a poco
el graffiti callejero se iba incorporando en la cultura Hip Hop, rap y break
dancing y empezó a extenderse a otros países. Tuvo su momento más fuerte
durante los setenta, pero luego empezó a perder popularidad. Pero hace una
década una de las cadenas nacionales más populares de los Estados Unidos emitió
un programa de televisión sobre el graffiti y de repente volvieron a aparecer
firmas y arte graffitero no solo por los
Estados Unidos, sino por sitios urbanos en todo el mundo y sobre todo en
ciudades europeas.
El graffiti forma parte de nuestras vidas y de la
calle. Los jóvenes, especialmente, lo toman como una forma de comunicación y
expresión necesarias para dar sus puntos de vista a diversos temas.
El
grafitis es un arte urbano, que tiene ideología, tiene como características que puede ser removible, subjetivo, anónimo y también
callejero.
Uno
de los motivos por lo que los graffiteros comienzan a pintar es por el afán de
reconocimiento que deriva, directamente, en expresar su propia visión del
mundo. Eso sí, el graffiti actúa como una manifestación cultural concreta
diferenciándose del arte tradicional en que se dirige hacia toda la sociedad en
su conjunto. Estos "artistas urbanos", reaccionarios contra las
formas comerciales, intentan representar a su grupo y a sí mismo, con la única
pretensión de conservarse en el tiempo y en el espacio. Debemos saber que
existen dos tipos de graffiteros: los que marcan el territorio o los que pueden
llegar a ser verdaderas obras de arte". A pesar del arte que envuelve al
graffiti, muchas veces viene acompañado por manifestaciones vandálicas por
parte de algunos miembros de bandas callejeras que se alejan del espíritu de
este nuevo arte urbano.
Características
del grafiti
Anonimato: Por lo general el
autor nunca deja su firma, pero si se trata de grupos u organizaciones, estos
dejan rastros que pueden ser identificables.
Escenicidad: Se realizan en
lugares públicos a manera de que los lean la mayor cantidad posible de personas
y produzcan el efecto deseado.
Fugacidad: SU duración es poca
puesto que corren el peligro de ser borrados.
Lenguaje: Se interesan en que sea
directo y que sea expresivo.
El graffiti es un modo de expresión artístico. Sus
más directas influencias vienen dadas por otras expresiones culturales de la
calle como el rap o el break dance. Es una condición transgresora,
extralimitada, destructiva y combativa formando así su carácter ilegal.
Los
rotuladores y aerosoles han sido siempre los medios por excelencia del arte del
graffiti, desde los míticos pilot, y otros rotuladores de tinta, estos
evolucionan a aerosoles y dentro de ellos están las diferentes boquillas,
aparte de estas también se han usado velas, tizas, piedras o inclusos ácidos
que sirven para dejar marca.
El
arte del grafiti se extiende en el análisis de los elementos léxicos y visuales
que lo definen. Pero como todo arte, no se adhiere únicamente a estos aspectos.
A pesar de presentarse como palabras, letras o dibujos, el espectador nunca
podrá ver estas exclusivamente como tales. El grafiti es más que una
experiencia visual, es también una experiencia temporal y espacial (Lynn y Lea,
2005). Existe un conjunto de
condiciones (localización, momento, influencia social, acontecimientos
políticos y culturales, acontecimientos personales, etc.) que coinciden en un
momento en el tiempo y que definen aquello que la pieza artística transmitirá
al espectador. Este conjunto de condiciones, que no se observan explícitamente,
se esconden detrás de un grafiti y son plasmadas espontáneamente mediante un
espray o rotulador sobre una pared, muro o semejante y a través del uso de
letras, palabras o dibujos
El grafiti se caracteriza por ser un
arte que no solo se limita a expresar los elementos léxicos y visuales que
todos vemos y que son obvios, sino que transporta consigo una serie de
condiciones anteriormente citadas que el espectador es capaz de absorber
mediante la visualización de este tipo de expresión artística.